Artículo escrito por la Dra. Andrea López Salcedo, otorrinolaringóloga especializada en Otología y Otoneurología del Hospital Infanta Sofía y en el Instituto IOM.
El oído absoluto es la capacidad de identificar o reproducir una nota musical específica al oírla, sin necesitar la referencia de otras notas. En las personas que la poseen, esta habilidad funciona de forma análoga a la manera que tenemos de reconocer los colores; podemos identificar un color e incluso sus diferentes tonalidades inmediatamente al verlo, y sin tener que compararlo con otros para definirlo. Este hecho permite, en personas con entrenamiento musical, identificar tonos, acordes y escalas con facilidad.
Tradicionalmente se ha aceptado la idea de que se trata de una habilidad poco frecuente (1 de cada 10.000 personas), con una fuerte influencia de la genética y que solo puede ser desarrollada si se recibe el entrenamiento adecuado durante un periodo específico en los primeros años de vida. Depende en gran parte de la exposición a contenido musical durante esta etapa, estando condicionada por las escalas o estructuras más frecuentes en el ámbito musical de la cultura donde se encuentre la persona. A pesar de lo anterior, estudios recientes apuntan a que puede ser entrenada incluso en la edad adulta, dependiendo de habilidades generales auditivas y cognitivas.
Un estudio en adultos a quienes se administró ácido valproico, un medicamento habitualmente usado como antiepiléptico, concluyó que algunos de los participantes pudieron entrenar el reconocimiento de notas con resultados satisfactorios. Otros estudios han encontrado que con un entrenamiento dirigido y sin el uso de fármacos, se puede aprender a reconocer las notas con resultados consistentes incluso meses tras el entrenamiento. Sin embargo, al ser comparados con sujetos que poseen la habilidad desde la infancia, los resultados son inferiores en cuanto a la precisión de la identificación de tonos.
Es conocida también la relación entre la lengua materna y el desarrollo del oído absoluto. En poblaciones que hablan habitualmente idiomas “tonales” es más frecuente encontrar individuos con esta habilidad. Los idiomas tonales, como por ejemplo el mandarín o el vietnamita, se caracterizan por tener palabras con diferentes significados dependiendo de la frecuencia o tono con el que sean pronunciados. Por este motivo, es posible que los niños aprendan implícitamente la habilidad de identificación de frecuencias a la vez que desarrollan el habla, incluso sin tener entrenamiento musical específico.
Una curiosidad adicional acerca de las personas con oído absoluto es que frecuentemente presentan también sinestesias. Esto consiste en la estimulación de uno de los sentidos al recibir señales de otro tipo. Por ejemplo, percibir sonidos asociados a colores, o secuencias de números como ubicaciones precisas en el espacio. Puede ser que esta particularidad ayude a reforzar la habilidad del oído absoluto al asociar otros sentidos.